lunes, 7 de mayo de 2012

Samsung Galaxy S III, realmente inteligente. Parte II - Software

El pasado viernes os comentaba, bajo mi punto de vista, las características técnicas del nuevo buque insignia de la marca coreana. Ya dije que toda esa maquinaria, sin un buen software que la gestione, puede ser poco más que un caro pisapapeles. 


En mi opinión Samsung ha hecho un gran trabajo en el apartado de software de este teléfono, más incluso que en el de hardware. La base del sistema operativo es, como no podía ser de otra forma Android Ice Cream Sandwich, más concretamente la versión 4.0.4. No podía faltar la capa de personalización de Samsung que en este caso llaman “TouchWiz Nature UX”. Me ha llamado positivamente la atención que en esta ocasión TouchWiz parece ser menos intrusivo que en anteriores versiones, respetando bastante el tema original de Android, “Holo”.


Smart Stay



¿Nunca os ha pasado que estáis leyendo un mail o una página web y la pantalla del móvil se apaga porque ha pasado el tiempo fijado para que esto suceda? A mí un montón de veces, y es bastante fastidioso tener que estar continuamente tocando la pantalla para que esto no ocurra. Desde Samsung han pensado en ello y han implementado esta curiosa característica.


Haciendo uso de la cámara delantera el teléfono observará continuamente nuestros ojos para ver si están abiertos y mirando al dispositivo. Si es así la pantalla no se apagará ni variará su brillo independientemente del tiempo fijado para que se apague la misma.


Direct Call


Esta función se basa en el uso de los sensores de movimiento del smartphone y funciona de la siguiente manera. Imaginad que estamos escribiendo un SMS a un amigo pero decidimos que es sería mejor llamarlo directamente, en ese caso tan sólo tendríamos que llevarnos el teléfono a la oreja y él solito hará el resto.


Lo interesante de esta característica vendrá cuando empiecen a implementarlo otras aplicaiones como Facebook o WhatsApp por mencionar algunas.


S Voice


Las comparaciones son odiosas pero S Voice es, claramente, la respuesta a Siri, de Apple. Tiene la gran ventaja de que desde un principio va a funcionar en 8 idiomas, entre los cuales se encuentra el español. Siri tan sólo soporta 4 lenguas y el español no es una de ellas.



La idea es poder “conversar” con el teléfono; podemos preguntarle por el tiempo, pedirle que reproduzca una canción, que haga una foto, o dictarle texto. Es un control por voz del terminal pero mucho más natural que el típico “llamar a…”.


S Beam



O cómo mejorar lo que ya es bueno. S Beam basa su funcionamiento en Android Beam. Haciendo uso de la tecnología NFC emparejamos los teléfonos con tan sólo juntar sus partes traseras, y una vez emparejados usa Wi-Fi Direct para transferir cualquier cosa que se nos ocurra, desde un simple enlace hasta un vídeo en alta definición. ¡Muerte al Bluetooth!


Pop up Play



Otra interesante característica. Consiste en que podemos reproducir un vídeo en una pequeña ventana flotante mientras hacemos cualquier otra cosa en el resto de la pantalla. Verdadera multitarea.


Fotos en ráfaga


Aprovechando la rapidez de la cámara de fotos Samsung introduce esta característica. Se trata de que podemos realizar hasta 20 fotos seguidas en un tiempo de unos 6 segundos (3,3 fotos por segundo) y el teléfono auntomáticamente elige la que, según su criterio, es la mejor.


Social Tag



Seguramente la característica más social de todas. Gracias a Social Tag, cuando tomamos una foto de nuestros amigos, el teléfono reconoce sus rostros y nos ofrece la posibilidad de enviarles la foto con un sólo toque o etiquetarlos directamente en las redes sociales que tengamos asociadas en su contacto.



viernes, 4 de mayo de 2012

Samsung Galaxy S III, realmente inteligente. Parte I - Hardware

Si a estas alturas aún no te has enterado de que ayer fue la presentación del Samsung Galaxy S III, una de dos, o bien no vives en este mundo o bien no te interesa para nada la tecnología. Si es lo segundo, francamente, no tienes nada que hacer aquí.

La presentación tuvo lugar en Londres, en el Earls Court Exhibition Centre, un edificio multipropósito con capacidad para 19.000 personas. El evento comenzó de forma puntual a las 20:00 hora española y lo hizo nada más y nada menos que con la música de la Orquesta Filarmónica de Londres. La puesta en escena ha sido, sin duda alguna, un aspecto en el que han puesto mucha atención.



Fue J.K. Shin, Director de Samsung Mobile, el que mostró por primera vez un Samsung Galaxy S III en color “Marble White” o blanco mármol. Lo sacó del bolsillo de su chaqueta después de explicar las principales características del terminal, sobre todo del apardado de hardware.


En dicho apartado, el de hardware, no hubo demasiadas sorpresas. Paso a hacer una lista de las principales características:

  • Medidas de 136,6 mm de alto, 70,6 mm de ancho, 8,6 mm de grosor y una masa de 133 g

  • Acabado en policarbonato pástico brillante. En Samsung lo llaman “Hyperglaze”.

  • Pantalla de 4,8” HD Super AMOLED 1280x720 px (306 ppp). Usa matriz PenTile.

  • Cobertura Corning Gorilla Glass 2 para la pantalla.

  • Botón “Home” físico y botones “Atrás” y “Menú” capcitivos y fuera de la pantalla.

  • LED RGB para notificaciones.

  • Almacenamiento interno de 16, 32 o 64 GB.

  • Ranura para tarjetas microSD de hasta 64 GB (SDXC) y soporte para formato exFAT.

  • Batería de iones de litio con una capacidad de 2100 mAh.

  • Puerto microUSB 2.0 con soporte MHL.

  • Chipset Samsung Exynos 4 Quad (4412) formado por una CPU de cuatro núcleos ARM Cortex-A9 a 1,4 GHz y una GPU ARM Mali-400 MP4 también de cuatro núcleos.

  • 1 GB de memoria LPDDR2 configurada en doble canal.

  • Cámara principal de 8 MP (3264x2448 px) con flash LED, sensor BSI (retroiluminado), apertura f/3,6 y una distancia focal de 3,7 mm. Ráfagas de hasta 3,3 fotos por segundo.

  • Grabación de vídeo a 1920x1080 px @ 30 FPS.

  • Cámara delantera de 1,9 MP, sensor BSI y grabación de vídeo a 1280x720 px @ 30 FPS.

  • Conectividad 3G HSPA+ hasta 21 Mbps.

  • Wi-Fi a/b/g/n, Wi-Fi Direct, DLNA, Bluetooth 4.0, NFC, GPS, GLONASS.

  • Acelerómetro, giroscopio, barómetro, brújula, sensores de proximidad y luminosidad.
Creo que no me dejo nada, ahora voy a intentar desgranar un poco estas características y dar mi opinión sobre los apartados más relevantes.

Empiezo por sus dimensiones. Sin duda es un teléfono grande, ¿quizás demasiado? Yo creo que no ya que, además de aumentar el tamaño de la pantalla, han disminuido el tamaño de los biseles alrededor de la misma, dando como resultado un teléfono (¿podemos llamarlo así?) de unas dimensiones muy similares a el HTC One X o el Samsung Galaxy Nexus por poner algunos ejemplos. Los que tengan las manos pequeñas tendrán problemas para llegar a todos los rincones de la pantalla. Para mi gusto se encuentra en el límite de usabilidad con una mano. Su grosor, de 8,6 mm, me parece más que correcto, parece que desde Samsung han sacrificado algo de grosor en pro de ofrecer una batería de mayor capacidad, todo un acierto bajo mi punto de vista.


Materiales. En este apartado Samsung se ha mantenido en su línea y a vuelto a apostar por el plástico. Un plástico de calidad por supuesto, pero para mi gusto no está a la altura de marcas como HTC cuyos acabados suelen ser de lo mejor. Buscando el lado positivo, el uso del policarbonato ayuda a rebajar el peso del terminal.

La pantalla, aquí ya entramos en territorio hostil. El terminal está presidido por una inmesa pantalla de Super AMOLED de 4,8” de diagonal y una asombrosa resolución de 1280x720 píxeles, dando como resultado una densidad de 306 ppp. Usa la polémica matriz de píxles PenTile desarrollada por Samsung. Aquí alguno se habrá perdido, no os preocupéis, os cuento.

En una pantalla a color lo normal es que se use una matriz de píxeles RGB, o lo que es lo mismo, rojo, verde y azul. En este tipo de matriz cada píxel está formado por tres sub-píxeles.

En la matriz PenTile esto es algo distinto y es que todos los píxeles comparten un sub-píxel, en este caso el verde, dando como resultado una matriz RGBG. Cómo una imagen vale más que mil palabras…



A la izquierda la pantalla del Samsung Galaxy S III, a la derecha la del HTC One X.

¿Y por qué esta disposición de píxeles ha dado tanto que hablar? Pues porque al compartir sub-píxeles la densidad efectiva de los mismos es en realidad 1/3 menor de la que debería ser si usara una matriz clásica RGB. También tiene cosas buenas, la principal es el ahorro de energía.

Personalmente no será un factor determinante a la hora de decidir si comprar un teléfono u otro. La pantalla del S III, con PenTile incluido, es una excelente pantalla. Al tener una resolución tan elevada los “defectos” del PenTile serán practicamente invisibles al ojo humano, que es incapaz de distinguir más de 300 ppp (aproximadamente). Cuenta con un contraste fuera de lo normal y un tiempo de respuesta y ángulos de visión excelentes. Además la cobertura Gorilla Glass 2 parece ser muy efectiva contra los reflejos.

La batería parece que será uno de los puntos fuertes del terminal, al menos eso indica la cifra de 2100 mAh. No obstante aun no tenemos datos reales de durabilidad. Hay mucho que alimentar…

El chipset, un Samsung Exynos 4 Quad. Lo último de los coreanos. La CPU cuenta con 4 núcleos Cortex-A9 a 1,4 GHz y está fabricada en 32 nm haciendo uso de la tecnología High-K Metal Gate. Seguramente el procesador para smartphones más potente de la atualidad, al menos así lo indican los benchmarks publicados por la web. Es capaz de gestionar la frecuencia y el voltaje de sus núcleos de forma independiente asegurando así un considerable ahorro de energía frente a generaciones previas. Más núcleos no significan más consumo, más bien lo contrario.

En el apartado gráfico nos encontramos con la GPU ARM Mali-400 MP4, de cuatro núcleos, trabajando a una frecuencia aun desconocida. Al igual que ocurre con el procesador, los benchmarks de distintas webs siempre lo situan en lo más alto de las tablas. Cómo referencia, es la misma GPU que encontramos en el Samsung Galaxy S II pero con una frecuencia mayor, bastante mayor viendo los resultados de los benchmarks.

La cámara parece otro de los puntos fuertes del terminal. El nombre interno del sensor es “S5C73M3” del cual no tenemos apenas información a día de hoy. Sabemos que es retroiluminado, lo que nos ayudará a tomar mejores fotos en entornos oscuros. Que graba vídeo a 1080p @ 30 fps con un bitrate de 17 Mbps, toda una proeza para un teléfono. Tambien sabemos que puede tomar fotos mientras se está grabando un vídeo. Y por último que es capaz de hacer ráfagas de algo más de 3 fotos por segundo. Sin duda son grandes cifras, pero aun es pronto para hablar sobre la calidad de las imágenes, fidelidad de los colores, etc. Sin duda será buena, pero no sabemos a ciencia cierta cómo de buena y cómo se comparará con sus rivales más directos.



En el apartado de conectividad inalámbrica sinceramente no echo en falta absolutamente nada. Tiene todo lo necesario y más. Cabe destacar la inclusión de GLONASS, el GPS ruso por decirlo de alguna manera. Me parece todo un acierto. Respecto a la conectividad alámbrica tenemos los ya típicos jack de 3,5 mm para nuestros auriculares y el polivalente microUSB 2.0. En este caso con MHL que nos permitirá, a través de un adaptador, sacar la señal de vídeo por el propio USB.

He dejado para el último punto la parte más subjetiva. El diseño. Personalmente me gusta, me gusta bastante. Sus líneas redondeadas y su trasera ligeramente curvada harán que el teléfono sea más fácil y agradable de sujetar. De echo el Galaxy S II se me hace algo incómodo en este aspecto y es que es totalmente rectilíneo. La inclusión del botón “Home” físico y los botones “Atrás” y “Menú” capacitivos me parecen un acierto. Dejan más espacio útil en la pantalla y personalmente me parecen muy estéticos. Tambien me parece todo un acierto la presencia del LED para notificaciones, es algo muy útil y que los fabricantes parecían haber olvidado.



Creo que los demás puntos de las especificaciones se definen por si mismos, de todas formas si quereis que entre en detalle en alguno de ellos no tenéis más que pedirlo.

Resumiendo me parece un excelente terminal, el mejor actualmente en lo que a potencia bruta se refiere. Equilibrado en todos sus componentes.

¿Podría haber sido mejor? Por supuesto. Podría haber incluido un procesador Cortex-A15 (aunque fuera de doble núcleo), una gráfica Mali-T604, una pantalla con matriz RGB, y así podría seguir un buen rato. Pero aun así se me antoja el mejor smartphone de la actualidad, ¿qué pensáis vosotros?

En la Parte II, software. Porque toda esta maquinaria sin software, no es nada. Y bajo mi punto de vista es en el software donde Samsung ha puesto más esfuerzo.

Un saludo :)

    miércoles, 18 de abril de 2012

    Estado actual y planes de futuroActualmente mi ordenador se compone de lo siguiente:





    • Fuente de alimentación Silverstone Strider Plus de 750 W con certificación 80 Plus Silver. 

    • Placa base Asus Maximus IV Extreme con chipset P67 (revisión B3) y formato EATX. 

    • Procesador Intel Core i7-2600K con multiplicador desbloqueado. 

    • 8 GB de memoria RAM repartidos en dos módulos G.Skill RipjawsX funcionando a 2133 MHz con latencias 9-11-10-28 

    • Tarjeta gráfica HIS Radeon HD6970 2 GB 

    • Disco duro principal (SO) OCZ Vertex 3 Max IOPS de 120 GB e interfaz SATA III (6 Gb/s)


    En el apartado de refrigeración cuento con estos componentes:


    • Bomba Swiftech MCP655 con un top EK-D5 X-TOP Rev.2 

    • Depósito EK Multioption Res. 250 Rev.2 

    • Bloque de CPU EK Supreme HF Full Cooper 

    • Bloque de GPU EK FC6970 Acetal Radiador Thermochill PA140.3 con 3 Yate Loon D14SH-12 y un Scythe Kaze Server para regularlos. 

    • Todo unido con tubo PrimoChill PrimoFlex Pro LTR en medida ½” ID ¾” OD y color rojo.


    A lo anterior hay que añadir unos cuantos ventiladores auxiliares y un par de discos duros tradicionales para almacenamiento de datos.



    Todos estos componentes, que no son pocos, están metidos en una caja Cooler Master Cosmos S que, para mi gusto, es demasiado grande. Cuando me la compré me gustaba mucho y me ha seguido gustando durante bastante tiempo, pero algo ha cambiado en mi y ya no la veo con los mismos ojos. Esto da lugar a mis…


    Planes de futuro


    Mi idea es construirme un sistema bastante más pequeño, y dar un cambio bastante grande al estilo del ordenador. El primer paso sería cambiar la placa base (por tamaño) y tengo claro que será una con chipset Z77 para así poder aprovechar mi actual procesador y además tener la posibilidad de actualizar a los nonatos Ivi Bridge. De hecho ya tengo en mente una placa y es la Asus Maximus V Gene. Una placa en formato microATX (244 × 244 mm) con todos los componentes de una placa de mayor tamaño, enfocada al overclocking y sin perder un ápice de practicidad. La única diferencia con sus hermanas mayores es que no podré usar más de dos tarjetas gráficas, limitación que no me preocupa en absoluto.


    El siguiente paso lógico sería buscar una nueva caja, naturalmente tendría que deshacerme de mi actual radiador triple para ventiladores de 14 cm y sustituirlo o bien por un triple para ventiladores de 12 cm o por dos dobles del mismo tamaño. En este apartado tengo muchas dudas aun, quiero algo sobrio y de cortes rectos, un cambio radical respecto a mi actual Cooler Master y la primera marca que se me viene a la mente es, cómo no, la gran Lian Li. Mi “misión” pasa por buscar la caja más pequeña posible en la que meter todos estos componentes cambiando únicamente placa base y radiador, pues todos los demás componentes son aprovechables. No me importaría, por ejemplo, perder la unidad óptica o sustituir el depósito por uno algo más pequeño, ¿un combo con la bomba quizás? No lo se aun, como he dicho al principio esto son solo planes de futuro, pero sin duda alguna el factor limitante para el tamaño de la caja serán el/los radiadores.


    Se aceptan todo tipo de sugerencias.


    ¡Saludos!

    lunes, 26 de marzo de 2012

    GIGABYTE Overclocking School en Córdoba

    El pásado miércoles 21 de marzo tuve el placer de poder asistir cómo colaborador a este evento. Nunca antes había oido hablar de él, y la verdad es que me ha parecido una genial iniciativa.


    El evento consiste en una charla teórica en la que se dan a conocer las últimas tecnologías disponibles en las placas bases de la marca y algunas nociones básicas sobre overclocking así cómo ciertas nociones sobre overclocking extremo.



    En la segunda parte tiene lugar un taller práctico en el que los alumnos del centro (IES Gran Capitán) tuvieron la oportunidad de “trastaear” con equipos valorados en unos 1300 € bajo la tutela de 4 overclockers entre los cuales me encontraba.



    Ha sido un placer compartir esta experiencia con overclockers de la talla de Dani “DaCoSa” o Sergio “Predator”, al igual que con mi amigo “Balfonek”. También me gustaría desde aquí agradecer a GIGABYTE la confianza depositada en mi para desarrollar esta tarea, espero haber estado a la altura.


    Sin más os dejo con las fotos del Flickr oficial de GIGABYTE España.

    Fotos en Aznalcóllar

    El pasado domingo tuve el gusto de pasar la tarde con mi buen amigo Balfonek, quedamos para que viera mi “nuevo” coche y fuimos a hacer unas fotos al pie de la presa de Aznalcóllar. Este es el resultado:





    Pronto más fotos del motor e interiores :)

    martes, 13 de marzo de 2012

    Un coche “nuevo”.Os voy a contar un cuento:





    Érase una vez un chaval al que le encantaba conducir, los coches y todo lo que tenía que ver con ellos. Un día sus padres decidieron regalarle un coche, de segunda mano por supuesto, ya que en aquellos tiempos la economía no pasaba por su mejor época. Aún así, con un presupuesto bastante limitado, este chaval tenía claro lo que quería. Un coche de gasolina, más o menos potente, en buen estado de conservación, y sobre todo divertido de conducir, de esos que ya no hacen.


    Con estas premisas el círculo de búsqueda era demasiado amplio, había que acotar algo más. “Hmm, ¿tracción trasera?” pensó. Con esta nueva condición en mente la búsqueda se reducía bastante, de echo, para este chico se reducía básicamente a una marca, Bayerische Motoren Werke, aunque quizás la conozcas por sus siglas, BMW. Además así aseguraba el componente “diversión”. Era una marca que siempre le había gustado, por su filosofía, por sus berlinas de corte deportivo que, sin perder un ápice de practicidad, ofrecían un placer de conducción muy superior al de otras marcas. Puesto de conducción relativamente bajo, cambios de marcha cortos y precisos, pedales más duros de lo habitual, direcciones menos asistidas…


    Su ilusión aumentó cuando buscando en páginas de segunda mano vio que había bastantes modelos que se ajustaban a su presupuesto, por el contrario parecía complicado encontrar alguna unidad que estuviera cuidada como a él le gustaría, como a un verdadero amante de los coches le gustaría.


    Continuó su búsqueda y en algunos momentos casi la dejó por imposible, hasta que un día, lo encontró, él ya lo sabía, era ese o ninguno. Un BMW 325i de la serie E36, del año 1992, aparentemente estaba en un estado excelente y tenía tan solo 78000 km, una cifra algo sospechosa de haber sido “afeitada” por otra parte. El único inconveniente era que el coche estaba en Madrid, a casi 600 km de donde él vivía.


    Tras consultarlo con la familia y recibir el visto bueno se puso inmediatamente en contacto con el vendedor para conocer más detalles sobre el coche. Había más interesados, pero esperaba que ninguno tuviera tanto interés como él. Las dudas sobre el kilometraje se disiparon rápidamente, pues eran totalmente demostrables mediante facturas del taller. El coche había llevado un mantenimiento muy exhaustivo, incluso innecesario en muchos casos, pero mejor para él, seguro que le ahorraría unas cuantas sorpresas. Tras mas de un mes de interminables conversaciones por correo electrónico y llamadas de teléfono (era necesario dejar todo bien claro, no quería desplazarse 600 km en balde) por fin llegó el día. El día acordado por ambas partes fue el jueves 23 de febrero por la mañana. El madrugón fue de órdago, a las 5:30 AM ya estaba despierto para, junto a su padre, coger el primer tren con destino a la capital. A eso de las 9 de la mañana ya habían llegado a su destino y el vendedor les estaba esperando en la misma estación. Lo reconoció enseguida, obviamente, por el coche.


    Tras una breve presentación padre e hijo hicieron una inspección ocular del coche, en directo parecía aún mejor que en las fotos, no había nada que objetar. El vendedor les invitó a dar una vuelta con el coche, primero conduciendo él y explicando un poco la vida que había llevado el coche. Finalmente el chaval se puso al volante para probar el coche, no pudo probarlo todo lo bien que le habría gustado pues circulaban por una zona con tráfico y en horario laboral, pero parecía más que suficiente. No había ruidos extraños, el tacto de todos los mandos era el correcto, el motor sonaba de maravilla, en resumen, sabía que era suyo. Tras el odioso, pero necesario, papeleo era suyo oficialmente. El vendedor, un señor muy amable, se despidió de ellos y de su coche con una mezcla entre alegría y nostalgia, no era para menos.


    Tras repostar emprendieron el camino de vuelta, tenían 600 km y unas pocas horas de carretera por delante, pero para nada se hicieron pesadas, tan solo hicieron dos altos en el camino, uno para repostar y otro para comer algo. El coche devoraba los kilómetros con facilidad y los 192 CV del tren trasero hacían de los adelantamientos un verdadero placer, pudiendo reducir hasta dos marchas para disponer de todo el potencial bajo el pie derecho.


    Por fin llegaron a casa, cansados, pero contentos, muy contentos y es que por fin era suyo, aun no lo había asimilado del todo pero ahí estaba, en su garaje, esperándole.


    En fin, este ha sido el cuento de hoy, imagino que ya os habréis dado cuenta, pero ese chaval soy yo y este es mi coche:





    PS: Espero que os haya gustado, como siempre los comentarios serán bienvenidos. Quizás me ha quedado demasiado “romanticón” el post jaja. Por supuesto habrá más posts sobre mi “nuevo” coche, con sesión de fotos en condiciones incluida. Por otra parte perdonad que no publique más a menudo, pero el tiempo me lo impide. Un abrazo para tod@s.

    lunes, 6 de febrero de 2012

    Overclocking, una ciencia no exacta.

    Por fin se acabaron los exámenes y por fin tengo algo de tiempo libre para poder escribir un poco, tenía muchas ganas ya, y espero que vosotros también.


    Hoy vengo a hablaros sobre un tema bastante específico que, posiblemente, a algunos no os interese lo más mínimo y a otros os vuelva loco, como a mi. El overclocking.


    Si os interesa el mundillo de los ordenadores seguramente hayáis oído hablar de él. Para el que no sepa lo que es el overclocking, en un principio, surge de la necesidad de tener un ordenador más potente, pero a la vez no disponer del dinero o los medios necesarios para conseguir mejores componentes, por lo tanto intentaremos, de alguna manera, conseguir más rendimiento sin cambiar ni un solo componente de nuestro ordenador.


    En mi caso la curiosidad por el overclocking empezó hará unos 5 años teniendo yo un flamante Intel Core 2 Quad Q6700. Aunque no fue precisamente por la necesidad de más rendimiento, ya que iba sobrado con aquel procesador, sino por una “disciplina” dentro del overclocking que es el benchmarking. El término bencnhmark os puede sonar a aquellos que estéis estudiando algo relacionado con la administración de empresas. Puede ser traducido como “medida de calidad” y efectivamente eso es lo que hace.


    Existen multitud de benchmarks o “medidores de calidad” para nuestro ordenador. Unos están orientados al procesador, otros a la tarjeta gráfica, a la memoria RAM o incluso a todo el conjunto del equipo.


    Poneos en situación, un día cualquiera entras en tu foro preferido y te encuentras con un hilo titulado “Ranking 3DMark 06”. - Hmm voy a ver de que se trata. Vaya, un ranking de ordenadores y yo no estoy en él… ¡Voy a pasar el benchmark!


    Descargué e instalé el software y simplemente lo ejecuté. Tras unos minutos obtuve una puntuación. Cual fue mi sorpresa cuando vi que mi resultado dejaba mucho que desear si lo comparaba con el de gente que tenía componentes, en teoría, muy similares a los míos. - Maldita sea, ¿qué pasa aquí, mi ordenador no rinde como debiera?


    Esta es una típica captura de 3DMark06, en este caso mi récord personal.


    Entonces es cuando entra en juego esa enfermedad a la que muchos, para disimular, llamamos overclocking. Te lees un par de tutoriales y estás dispuesto a correr el riesgo de fundir tu ordenador con tal de superar a un completo desconocido en un ranking que sólo verán unos pocos. Decidme si no es enfermizo.


    Todo chip de silicio, por defecto, trabaja a una determinada velocidad que normalmente se mide en hercios (Hz). En cualquier chip esta frecuencia es susceptible de ser modificada. En el caso de los microprocesadores, por lo general, esta frecuencia final se obtiene multiplicando un reloj base (BCLK, FSB…) por un número al que comúnmente se llama multiplicador. Esta forma de explicar el overclocking en procesadores es muy general, extremadamente general, y puede variar mucho de una plataforma a otra. Cuando se quieren conseguir niveles altos de overclock hay que tener en cuenta muchas variables, frecuencias y voltajes sobre todo. Un buen consjo es no alterar más de una variable al mismo tiempo.


    Oblea de silicio con cientos de microprocesadores impresos.


    Si conseguimos exitosamente subir la frecuencia de nuestro procesador y no hemos muerto en el intento habremos conseguido escalar unos peldaños en el dichoso ranking, pero ahora se nos plantearán otros problemas. Cuando vamos con nuestro vehículo por una autovía a 100 km/h tenemos un determinado consumo, pero, ¿qué ocurre si aumentamos la velocidad hasta los 140 km/h? Pues seguramente que nos pille un radar, pero además estaremos aumentando el consumo de combustible y muy posiblemente también la temperatura de funcionamiento del motor. Con los componentes electrónicos ocurre algo muy parecido, si aumentamos su velocidad gastarán más combustible (electricidad) e indudablemente, y como consecuencia de lo anterior, generarán más calor; calor que debemos disipar sino queremos quedarnos sin ordenador. Entonces pensamos en comprar un disipador mayor que el que venía de fábrica con nuestro ordenador. Esto mejorará significativamente nuestras temperaturas pero algunos no tendrán suficiente y se meterán de lleno en el submundo que es la refrigeración líquida. En fin, es la pescadilla que se muerde la cola, porque lo que un principio se suponía que era un técnica para aumentar el rendimiento sin gastar dinero, al final nos ha hecho gastarnos la paga mensual en un trozo de cobre y aluminio con formas marcianas.


    Afortunadamente esto sólo les ocurrirá a los más enfermos (que sí, reconoced que es una enfermedad) y en la mayoría de los casos el overclocking es una buena técnica para aumentar el rendimiento gastando muy poco.


    El título del post viene de que en el overclocking las cosas no son 1 o 0, qué ironía. Pensad en que las combinaciones “placa-micro-ram” son prácticamente ilimitadas y dependiendo de que componentes elijamos nuestros resultados finales pueden variar ampliamente. Y no sólo eso, incluso dos procesadores de la misma marca y modelo pueden ser “muy” distintos, dependiendo de qué parte de la oblea haya salido o incluso de qué mina provenga el silicio o de la temperatura y humedad que habían el día que se fabricó. Por eso mismo estos parámetros son estrictamente controlados en las fábricas de chips de silicio, para que existan las mínimas diferencias posibles.


    Además de todo lo anterior no hay métodos infalibles en el overclocking, todo hay que hacerlo mediante el método de prueba y error y por el camino nos encontraremos con múltiples “pantallazos azules” y reinicios constantes. Estos dos se convertirán en tus mejores amigos cuando hagas OC.


    Poco tiempo después descubrí hwbot.org, el culmen del overclocking. El propio eslogan de la web lo demuestra: “Overclocking, overclocking, and much more! Like overclocking” que traducido sería algo así como “¡Overclocking, overclocking y mucho más! Como overclocking”. En esta web se recogen cientos de miles de resultados de una gran variedad de benchmarks subidos por usuarios a lo largo y ancho del globo con las más diversas combinaciones de hardware imaginables. Además hay rankings para todo y puedes compararte con gente de todo el mundo para ver cuan buenos son tus componentes o tus técnicas de overclock. Actualmente yo me encuentro el puesto número 12 de España aunque podría estar bastante mejor situado si tuviera más tiempo.


    Ya en un par de ocasiones he tenido la oportunidad de hacer overclocking extremo, que consiste, en la mayoría de los casos, en usar nitrógeno líquido (LN2) para refrigerar los componentes ya que la subida de velocidad es tan grande que no basta con aire o agua para disipar el calor generado. Amén de mitigar los efectos de la electromigración (véase http://es.wikipedia.org/wiki/Electromigración). Además he tenido la oportunidad de conocer a personalidades muy importantes en el mundo del overclocking y recibir invitaciones para futuros eventos.


    Uno mismo rellenando un termo con nitrógeno líquido.




    Mi consejo es que si sentís algo de curiosidad por este tema busquéis algún tutorial específico para vuestra plataforma y probéis sin miedo, pero cuidado, podéis caer enfermos. 


    ¡Hasta la próxima!

    miércoles, 18 de enero de 2012

    Campus... Party?

    Cuando por primera vez les dije a mis padres y amigos que quería ir a la Campus Party me miraron con cierto escepticismo. Aunque lo peor fue cuando me preguntaron dónde iba a dormir durante una semana y les dije que bajo el techo de un parking en una tienda de campaña. Era lógico que ellos no comprendieran por qué quería ir a tal evento. Pensándolo fríamente, yo tampoco lo sabría decir muy bien.
    Para todo aquel que no lo sepa la Campus Party es un evento a nivel nacional (aunque a día de hoy hay ediciones por todo el mundo) que lleva más de 15 años celebrándose. En dicho evento, durante una semana, conviven personas con intereses comunes cómo pueden ser la informática, la robótica o la astronomía por mencionar algunos. En Campus Party también se celebran charlas, coloquios y talleres formativos, la mayoría de ellos impartidos por los propios asistentes.
    Si mal no recuerdo, yo descubrí Campus Party a través de las noticias. Cuando vi a todas aquellas personas haciendo cola con sus ordenadores a cuestas me entraron unas ganas irremediables de ir, pero aun no tenía los 18 años necesarios para ello. Poco después descubrí aquel estupendo foro del que os hablé en mi primer post y ahí encontre a muchísima gente que, al igal que yo, quería asistir a Campus Party por vez primera, o bien ya llevaban unas cuantas ediciones a sus espaldas. Todo esto no hacía más que aumentar mis ganas de asistir. Fueron casi dos años de espera, aunque a mi me parecieron 5, pero finalmente llegó.
    Esta captura es actual, por aquellas fechas yo aun no era moderador. Y fijaos también en el post que puse el mismo día del año siguiente:
    Qué casualidad, ¿no creéis?
    Tarde del 25 de julio de 2010, el calor aprieta con fuerza en Sevilla pero yo estoy en la solitaria calle esperando al autobús que me llevará hasta mi destino. Llevaba exceso de quipaje, creo que es algo que les pasará a casi todos en su primera Campus, siempre echas esto por si acaso y lo otro… por si acaso también. Tienda de campaña, maleta con ropa y lo más importante en una Campus Party, el ordenador, en mi caso un mamotreto de 25 Kg que ya os enseñaré.
    El viaje fue largo, muy largo. Unas 14 horas en las que casi no conseguí pegar ojo, pero mereció la pena. Por el camino ya se respiraba ese ambiente especial. Para muchos era su primera vez y se notaban esos nervios. Ya en el autobús conoci a mucha gente que hoy en día son verdaderos amigos a los que desde aquí quiero dar las gracias por todo.
    ¡Por fin! Llegamos a Valencia, serían las 8 de la mañana, de repente, todo el mundo se espabiló, tocaba descargar el equipaje. Ya no recordaba cuanto pesaba… Llegamos pronto, nos pusimos los primeros en la cola para acceder al evento, no abrían hasta las 12. Durante ese tiempo seguí conociendo a mis nuevos compañeros, incluso vinieron las cámaras de televisón. Me di cuenta de que, quizás, en aquel momento era otro chaval el que, al igual que yo hace un par de años,estaba descubriendo Campus Party.
    Las 12 del mediodia, por fin abren las puertas y acreditación al cuello me dirijo hacia… bueno no sabía hacia dónde me dirijía, todo era nuevo para mi así que me limté a seguir a la marabunta. No fue mala idea, pues finalmente encontré mi zona. Allí empecé a reconocer a algunas personas con las que previamente sólo habia tenido contacto por internet. Las reconocí porque llevaban camisetas con sus nicks. Es una sensación genial el ponerle cara a alguien que conoces desde hace tiempo pero nunca has visto en persona. Me limito a montar mi ordenador y poco después a montar la tienda de campaña en la zona destinada a ello. En cuanto acabé de montarla me metí dentro y eché una reparadora cabezada, lo necesitaba.
    Cuando me desperté tuve una extrañísima sensación. Durante una centésima de segundo me preguntaba dónde demonios estaba. Cuando me di cuenta me levanté con una sonrisa en la cara y me dirijí a la zona de los ordenadores. Aquello ya era otra cosa, el recinto estaba abarrotado. Fui hasta mi puesto y allí seguí conociendo gente. De nuevo muchos son actualmente verdaderos amigos. Era genial conocer gente con intereses tan parecidos a los tuyos y que te traten de una forma tan amable. Llegó la hora de las presentaciones, allí me di a conocer a ante mis nuevos compañeros y recibí una camiseta con mi nick en la espalda.
    Los próximos días fueron simplemente geniales. Seguí haciendo amigos, asistí a talleres de gran interés, charlas, pasé noches en vela jugando con mis nuevos amigos; irrepetible.
    Casi sin darme cuenta llegó el último día, llegaba el momento de recoger y despedirse. Muchos “hasta el año que viene” fueron los que repartí  y también los que recibí. Tras el largo viaje de regreso, tocaba la vuelta a la realidad, porque la Campus Party es un mundo a parte. Nada más llegar vi que ya había algunas fotos colgadas en el foro y en aquel momento ya tenía ganas de que llegara la próxima edición.
    Al principio os comenté que si, antes de ir a Campus Party, me preguntran por qué quería ir, no sabría responder muy bien. Y es que es algo que, como tantas cosas en esta vida, no comprendes hasta que lo vives. Después de asistir lo sabia con total seguridad. Quería ir a Campus Party por las personas.
    Esta fue la primera de las tres Campus a las que he asistido, una experiencia inigualable, pero las demás fueron mejores aun si cabe, llenándome de experiencias enriquecedoras que no podría haber vivido de otra manera. Espero que os haya gustado el post y sobre todo espero haber sabido transmitir, al menos en parte, lo que se siente al ir a un evento de estas características.
    Si sois unos enamorados de la tecnología y teneis ganas de conocer gente os recomiendo que no dejéis de asistir a algún evento de este tipo (Lan Party) al menos una vez en vuestra vida. Además si sois de Sevilla, aquí tenis un compañero :)

    Un saludo y hasta la próxima.

    martes, 17 de enero de 2012

    Rodarán manzanas

    Buenas a todos, primero quería daros las gracias por la acogida del primer post, la verdad es que estoy gratamente sorprendido , no me lo esperaba en absoluto.

    Hoy os traigo un post que posiblemente haga que rueden cabezas, ¿o debería decir manzanas?

    Cada vez que en algún foro de Internet veo algún hilo del estilo “iPhone 4S o Galaxy SII ¿Cual es mejor?”, me echo a temblar. Si entro ya se lo que me voy a encontrar, talibanes de ambos bandos despotricando los unos contra los otros, soltando improperios de todo tipo, incluso se llegan a mencionar los parientes más allegados, ¿qué habrán hecho las pobres madres para merecer eso? Yo, al contrario de lo que algunos puedan pensar, suelo mantenerme al margen y veo la sangre correr junto a mis pies. Os voy a contar mi versión de la historia:

    Corría el año 1971 cuando dos entusiastas de la electrónica, bueno, uno más que el otro, se conocieron por primera vez. Poco tiempo después, en el garaje de uno de ellos, se crearía el Apple I, primer ordenador personal de la marca. Efectivamente os hablo de Steve Wozniak y su compañero Steve Jobs, que en paz descanse.

    La historia de esta marca me fascina (aún tengo pendiente leerme la biografía de Steve Jobs). Ha sido y es, sin duda alguna, una de las empresas más influyentes en el mundo de la tecnología, si no la que más. En 1984 lazaron el Macintosh 128K el primer ordenador personal en utilizar una interfaz gráfica y un ratón que se vendió con éxito. Su precio era de 2.495 $, unos 1.960 €. Por cierto, no fue idea de Steve Jobs.


    Lo que acabáis de ver es un remake del año 2004 del anuncio “1984”, La única diferencia con el original es que la chica lleva un iPod. El original fue lanzado durante la decimoctava edición de la Super Bowl.

    Si avanzamos un poco en el tiempo y nos adentramos en el tercer milenio nos encontramos con el lanzamiento del iPod. Menuda revolución, puedes escuchar tu música dónde quieras. Aunque a decir verdad ya había soluciones de otras marcas cómo Creative o Archos, eso sí, no eran tan bonitos cómo el iPod. Ah por cierto, no fue idea de Steve Jobs.


    Sigamos avanzando en el tiempo. Enero del 2007, Jobs presenta el primer iPhone. Un hardware que en la época parecía desmesurado para un teléfono y un software novedoso con una interfaz tremendamente sencilla e intuitiva. Introdujeron el multi-touch en su pantalla táctil que tenía una sensibilidad fuera de serie para aquellas fechas. Este sí que fue idea de Steve Jobs, bueno al menos en parte.


    Llegamos hasta enero de 2010, Apple presenta el iPad. Vaya, es un iPod Touch gigante, que decepción. Este seguro que fue idea de Jobs.


    Hoy en día ya andan por la quinta generación de iPhone, el hardware está al día y el software sigue siendo intuitivo y sencillo de utilizar. Pero, ¿sigue siendo una revolución? No, pero bueno, es un iPhone.

    Bien, ahora que me he desahogado y os he contado por encima los hitos históricos de los de la manzana mordida vamos con la parte buena.

    Yo quiero dar las gracias a Apple. Sin Apple muy posiblemente no existiría Android, sino existiera el iPhone posiblemente no tendríamos terminales tan excelentes como el Samsung Galaxy Nexus. Si en 2010 Apple no hubiera lanzado el iPad, posiblemente, hoy no podríamos comprar un Samsun Galaxy Tab 10.1 o un Motorola Xoom. Y visto desde la otra orilla, si Android no hubiera salido al mercado con el HTC Dream allá por 2008, muy posiblemente los iPhone no hubieran evolucionado cómo lo han hecho.

    A pesar de esto y puesto que cada uno somos libres de elegir aquello que más nos guste o convenga yo personalmente me quedo con Android. ¿Por qué? Pues por muchas razones, pero entre las más importantes se encuentran:

    • Ser un sistema operativo de código abierto, favoreciendo así el desarrollo de software.

    • Contar con un Market libre, dando la posibilidad a cualquiera de publicar su aplicación.

    • Infinitas posibilidades de personalización.

    • Gran variedad de teléfonos, en todo el rango de precios.

    • Los terminales de gama alta cuentan con un hardware superior al iPhone 4S.
    ¿Y por qué, hoy por hoy, no me compraría un iPhone?

    • Sistema operativo de código cerrado.

    • Las aplicaciones han de pasar por una serie de pruebas antes de ser publicadas, si bien esto garantiza la calidad de las mismas, también influye en que haya menos aplicaciones gratuitas.

    • Posibilidades de personalización reducidas si comparamos con Android.
    Después de decir todo esto quiero remarcar que el iPhone es un gran terminal, pero, sintiéndolo mucho, no es para mi. ¿Os acordáis de que a la hora de conducir me gusta ir por el camino más largo? Pues con los teléfonos me pasa más o menos lo mismo. Me gusta complicarme la vida, rootearlo, probar distintos recoveries, distintas custom ROM, y cuando acabo, volver a empezar para probar otra distinta. Y por el camino he aprendido un montón de cosas que antes desconocía.

    Android es un SO destinado a amantes de la tecnología a los que les gusta investigar lo que tienen entre manos. iOS sin embargo es para aquellos que buscan un smartphone que nada más sacarlo de la caja y sin hacerle ninguna modificación funcione a las mil maravillas. Lo reconozco, soy un inconformista.

    Así que desde aquí os pido, fanboys de todo el mundo, dejad de discutir. En lugar de eso, daos las gracias los unos a los otros. Porque muy posiblemente, sino fuera por el rival, hoy en día no tendríamos a dos grandes compañías luchando codo con codo para ofrecernos lo mejor de si mismas o no se estarían realizando tantísimos avances en materia de hardware.

    Podría escribir un libro sobre esto pero creo que por hoy ya es suficiente. Espero que os toméis el post con algo de sentido del humor, que es como he intentado escribirlo.

    Hasta la próxima!

    lunes, 16 de enero de 2012

    Presentación

    Hola, muy buenas a todos :)

    Seguramente, la mayoría de los que leáis esto ya me conocéis de sobra, pero habrá algunos que no. Soy Rafa, tengo 20 años, nací y vivo en Sevilla y me “gano la vida” como estudiante.

    Primero de todo os preguntaréis (sino os lo preguntáis os lo cuento de todas formas) por qué me he abierto una cuenta en Posterous. Hace tiempo que soy usuario de Twitter y muchas veces echo en falta el poder explayarme algo más en mi tuits, eso unido a que llevo tiempo pensando en hacerme un blog han dado lugar a esto.

    Entre mis aficiones se encuentran la tecnología y el mundo del motor. Diréis, “pues vaya aficiones más generales”, no os preocupéis que ahora afino un poco.

    En cuanto a la tecnología es algo que, sin saber muy bien por qué, me vuelve loco desde pequeño. Digo que no sé muy bien por qué debido a que mis padres nunca tuvieron la más mínima inquietud por los temas tecnológicos, no les culpo. Lo que sé lo aprendí de forma autónoma gracias a personas anónimas (o no tan anónimas) que se esconden tras el monitor de su ordenador al igual que yo. Todo lo que tenga una pantalla y botones me fascina, ya sean móviles, ordenadores, tablets, que tan de moda están en estos días y gadgets en general.

    Hablando de móviles, mis amigos dicen que soy un poco (o muy) “tali-andorid”, no les quito la razón pero eso se merece un post a parte. Actualmente soy orgulloso poseedor de una “vetusta” HTC Desire. Lleva en mis manos mas de año y medio y por su memoria interna habrán pasado ya cientos de custom ROM, incluso a estado al borde de la muerte aunque al final siempre ha salido airosa. No niego que gustaría tener un smartphone más actual cómo un Samsung Galaxy S II, Motorola Razr o un Samsung Galaxy Nexus, pero mi economía no es muy boyante, (ya os dije cómo me “gano la vida”) y con lo que tengo estoy encantado.

    Si nos centramos en el mudo de la informática eso si que se merece un post a parte, aunque intentaré resumir un poco. Soy un friki de los ordenadores, lo reconozco, y para nada me avergüenzo de ello. Soy el típico chaval al que sus amigos llaman para que le formateen el ordenador, sí, ese soy yo. Actualmente poseo un ordenador cuyas piezas están escogidas por mi y en el que he “invertido” más dinero del que puedo recordar.

    He tenido el placer de asistir a 3 ediciones de Campus Party, dos en Valencia y una edición especial en Granada. Para el que no sepa que es eso de Campus Party básicamente es una convención de frikis, pero a mi me encanta. Allí tuve el gusto de conocer a personas con las que antes sólo había tenido ocasión de hablar en foros y es una experiencia extraordinaria. Cuando hablo de foros en realidad me estoy refiriendo básicamente a uno en el que desde hace algo así como 2 años tengo el gusto de ser moderador. En 2 de las 3 ediciones a las que he asistido he sido organizador, junto con otros compañeros, de un taller de overclocking extremo, ¿qué es eso? Ya os lo explicaré, me estoy dando cuenta de que tengo demasiado que contar…

    Bueno, dejo un poco de lado a la tecnología (pobrecilla) y me adentro en el mundo del motor. Sin lugar a dudas es mi segunda gran pasión y curiosamente encuentro bastante gente que comparte estas dos aficiones aunque aparentemente estén poco relacionadas entre sí.

    También es algo que me apasiona desde que era un enano aunque, a diferencia de la tecnología, aquí si que puedo echarle la culpa a mi padre al que desde aquí le doy gracias aunque posiblemente nunca lea esto.

    Me gusta conducir, pero conducir de verdad. Cuando voy desde el punto A al B intento coger el camino más largo y con más curvas, sí, soy así de estúpido. Actualmente no tengo coche propio y conduzco habitualmente un monovolumen familiar al que tengo mucho aprecio. No será la “maquina definitiva” pero yo desde luego me lo paso “pipa”, y es que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. No obstante, cabe la posibilidad de que este verano se cumpla uno de mis mayores deseos.

    Para despedirme me gustaría dejaros un vídeo. Es uno de los mejores vídeos de conducción que he visto en mi vida, en él, el mítico piloto de rallies Ari Vatanen realiza la también mítica subida de Pike’s Peak en Colorado, USA, a bordo de su Peugeot 405 T16. Simplemente espectacular:

    Impresionante, ¿verdad? Yo cada vez que lo veo no puedo evitar que se me pongan los pelos de punta aunque esto no les pasará a todos.



    Un saludo y cómo dirían en ForoCoches, perdón por el tocho.


    Post scriptum: Espero no haberos aburrido demasiado, con que uno sólo haya disfrutado leyendo el post la cuarta parte que yo escribiéndolo me doy por satisfecho. Los próximos posts versarán sobre temas más específicos. Si tenéis cualquier comentario o crítica (constructiva) no dudéis en decirla. Nos vemos pronto :)